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La sensualidad viste de oro. J’adore de Christian Dior es un “eau de parfum” para chica de notas florales y frutales. Representa la exaltación de la sensualidad y la feminidad, bañada en un velo dorado, que le aporta elegancia y sofisticación y se posa sobre la piel convirtiéndola en un elemento completamente seductor, aportándole una suavidad olfativa infinita. Este fragancia fue realizado en el año 1999 por el perfumista Calice Becker. Esta fragancia quiso dar la bienvenida al nuevo milenio, y fue toda una declaración de intenciones y un triunfo categórico ante el público femenino. Dior quiso resaltar la elegancia y la opulencia, y el amor de las chicas por el oro, un material brillante y bonito, y uno de los más valiosos del mundo.
Así es la chica J’Adore: sofisticada, refinada y única. Su aroma, sensual y seductor, inicia su estela con notas frutales como melón, durazno pera y mandarina, notas agradables y delicadas, que abren paso a un ramillete de sofisticadas flores, las más deliciosas del jardín, entre las cuáles destacamos nardos, orquídea, rosa y jazmín. En definitiva, cierra su estela con notas ligeramente dulces, que simbolizan la feminidad absoluta, como la vainilla y la zarzamora. Fragancia de cabecera. J’Adore es un fragancia conveniente para triunfar en cualquier ocasión. Tiene una larga lista de seguidoras que afirman que esta fragancia es el broche que las caracteriza. Un mito en la perfumería. Este fragancia se ha transformado en un icono en el mundo de la perfumería selectiva. Desde su lanzamiento, se ha mantenido continuamente en las primeras posiciones de los top ventass, creándose así un lugar prestigioso en la sociedad. Una gota dorada. Así es su frasco. Una gota de cristal transparente con el anagrama de la firma.
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